Periodistas caminan frente a la entrada de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, que fue abierta por primera vez para reemplazar semillas de Siria
La humanidad ha tenido que sacar provecho de su póliza de seguro antes de lo esperado.
En la ladera de una montaña en el archipiélago del Ártico está la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Este banco, conocido como la "bóveda del juicio final", es operado por el gobierno noruego y tiene el objetivo de ser el respaldo de la humanidad en caso de una catástrofe devastadora que diezme las cosechas.
Pero eso no fue lo que causó que los científicos tuvieran que entrar y hacer un retiro. Más bien, fue la guerra.
La muerte y la inimaginable brutalidad se ha convertido en el pan de cada dia de la amarga guerra civil que saquea a Siria. En medio de una de las zonas más disputadas en Alepo se encuentra un tesoro de material genético de cultivos alimenticios que la guerra ha dejado inaccesible.
Un importante depósito en el Creciente Fértil
El banco de genes en Alepo, dirigido por el Centro Internacional para las Investigaciones Agrícolas en las Zonas Áridas (ICARDA, por sus siglas en inglés), alberga una importante colección de semillas recogidas alrededor de todo el Creciente Fértil y más allá.
El banco de genes del ICARDA en Alepo, cuenta con más de 135.000 variedades de cultivos trigo, habas, lentejas y garbanzos, y la recolección de cebada más valiosa del mundo.
"Estas son las variedades naturales que fueron heredadas de nuestros bisabuelos, la mayoría de ellas lamentablemente ya están extintas ahora", dijo el director general de ICARDA, Mahmoud El-Solh. "Y aquí es donde la cuna de la agricultura [estuvo ubicada] hace 10.000 años. En esta parte del mundo, muchos de los cultivos importantes fueron domesticados desde el medio silvestre hasta el cultivo".
ICARDA necesita reconstruir su colección de las existencias de material genético, puesto que ya no puede tener acceso a su propia bóveda en Alepo, y sembrar las tierras alrededor de ella.
Y ahí es donde la guerra en Siria se conecta a una remota bóveda de semillas en el Ártico.
"Esta es una misión de rescate, estas semillas no pueden ser reemplazadas", dijo el representante de ICARDA, Thanos Tsivelikas.
Solh y su equipo de ICARDA tienen el reto de mantener y reproducir una de las colecciones más importantes de la humanidad de líneas genéticas de cultivos alimenticios.
Trasladado al vecino Líbano
Solh abre la puerta a una bóveda en el Agricultural Research and Educational Center (Centro de Investigación y Educación Agrícola) en el campus de la Universidad Americana de Beirut, en el valle de Bekaa. Aquí es donde ICARDA almacena las semillas que recibió de vuelta de Svalbard.
Solh sacude cuidadosamente unas pocas briznas de lo que parecía ser trigo afuera de un sobre marrón. Esa es la planta de la que el trigo que comemos hoy en día se originó hace 10 milenios.
"Esta es una fuente de rasgos deseables, incluyendo tolerancia a la sequía, incluyendo la tolerancia al calor, incluyendo la resistencia a la enfermedad y así sucesivamente. Así que esto ha vivido a través de la selección natural durante más de cientos de años", dijo.
A una distancia de 10 minutos en auto, y justo al otro lado de la cadena montañosa de Siria, ICARDA está construyendo una nueva bóveda.
Para comenzar la reposición de las existencias, hay invernaderos cercanos donde las semillas serán plantadas, cultivadas y reproducidas. Una vez que sean reaprovisionadas, las semillas otra vez estarán disponibles para los investigadores y para otras bóvedas de semillas.
Las respuestas podrían muy bien estar en estas semillas específicas cosechadas en un momento específico en el tiempo. Solh dijo: "Esta variedad nos podría ayudar a adaptarnos al cambio climático".
"Tú sabes que el cambio climático es una realidad y que el cambio climático está cambiando todo el ambiente en términos de más sequías, ambientes más calurosos e incluso, nuevas enfermedades".
ICARDA y otros saben que el pasado podría muy bien contener la clave de nuestro futuro, aun cuando nadie pensó que vería un retiro tan masivo en toda su vida.
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